Carcomo los minutos con desgano
y un continuo resonar me puebla siempre,
un continuo repetir de hambrientos ayes
que muelen mi razón desesperada.
Me miro y me re-miro sin ganancia,
mirando un porvenir que no es nada,
dejando en pos de mí un rastro ausente.
¿Vida? ¿Qué es la vida? ¿Qué es mi vida?
Un alto hacinar materia extinta,
un ciego caminar a tientas yendo,
un tránsito patético de espejos,
un vano perseguir quimeras muertas,
un sucio sumergirse en los instintos,
un grito no escuchado, pues no dicho.
Mi cuerpo rueda siempre entre pedruscos,
mis manos se declaran siempre ausentes,
mis ojos se demuelen ante el yugo,
mi alma se arrebuja en la tormenta…
*
Pero todo se detiene en un instante.
En un instante se despeña y desmorona
y caemos inconscientes con el flujo
entreviendo la extraviada unidad.
(¿Qué es ella sino el punto desterrado,
perdido entre la nada que ella es,
y que espera silenciosa a que seamos
con su nada nada en compañía?)
¿Cómo se acaricia, cómo se vislumbra?
Dígame la nota y el color y la armonía,
dígame el vino o el humo o el silencio,
¡o la rabia que es el pan de cada día!
-No es nada, es como nosotros:
un rebuzno no escuchado y extraviado
en la pura oscuridad de la existencia.
*
Y un delirio es un caótico peldaño
que se monta cada noche y sobrevuela,
para al fin desorbitarse y despertar
al principio cenagoso que es la vida.
He querido remontarme a la altitud
que he sentido en momentos desangrantes;
reanudar el tempestuoso sobrevuelo
y amasar con mis palabras mis visiones.
He querido, lo he intentado, he caído
como polvo en cadencioso descender.
Cada noche me desgajo y aquí sigo
conformando mi espejo prenatal.
*
¿Cómo levantar en vilo las palabras
hasta el corazón mismo de la nada?
¿Cómo entrelazar con el tiempo el lenguaje
y dejarlo acompañar su lento cauce?
¿Cómo despojarlo de conciencia?
¿Invocación o exorcismo?
¿Cómo atar la voz al rito redentor?
domingo, 20 de marzo de 2011
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Hace mucho que escribí esto y estuvo mucho tiempo esperando. Ahora lo dejo ahí. Es un resumen de todo. Espero tus comentarios o dudas.
ResponderEliminarPues sigo corroborando lo apuntado en tu publicación anterior, hay a cada vez más complejidad y espesor en las estrofas.
ResponderEliminar¿Y ahora qué pasa, estamos invirtiendo papeles o cómo?, ¿yo ensayando rosales y tú susurrando entre tinieblas?
En fin, pese a todo, estos asuntos son lo que más me impactan, el mensaje es uno pero cobra dimensiones inéditas.
"Me miro y me re-miro sin ganancia,
mirando un porvenir que no es nada,
dejando en pos de mí un rastro ausente".
Esto me lo sacas de la boca, como se dice.
"¿Vida? ¿Qué es la vida? ¿Qué es mi vida?..."
Lo que se deriva de estas interrogantes será un estricto a apego a la verdad.
(¿Por qué en cursivas?)
*
Todo esto se rescata íntegro:
"¿Cómo se acaricia, cómo se vislumbra?
Dígame la nota y el color y la armonía,
dígame el vino o el humo o el silencio,
¡o la rabia que es el pan de cada día!"
"-No es nada, es como nosotros:
un rebuzno no escuchado y extraviado
en la pura oscuridad de la existencia".
Vendrán dos párrafos muy inquietantes, de hecho turbadores:
"He querido remontarme a la altitud
que he sentido en momentos desangrantes;
reanudar el tempestuoso sobrevuelo
y amasar con mis palabras mis visiones".
"He querido, lo he intentado, he caído
como polvo en cadencioso descender.
Cada noche me desgajo y aquí sigo
conformando mi espejo prenatal".
Y sólo me dejan una interrogante: ¿cuánta aspiración hay en pos del espejo prenatal?
Por último, hacer notar cómo en el postrer fragmento se enmarañan sendas figuras de manera acertada. El cierre de lo que me reservo. En fin, aún daré otra repasada y a ver qué resulta.
Una recomendación, ¿por qué no docificas tus publicaciones?, enmarcar los fragmentos y subirlos de manera independiente y un tanto aislada (temporalmente hablando), para así facilitar y aun optimizar sus comentarios. Creo que sería de mayor provecho para uno y otro.
Sabía que este sí lo ibas a apreciar tú. En el foro sólo una persona lo hizo. Creo que es porque sí entiendes los dos temas de que versa.
ResponderEliminarBueno, como en este caso sí lo amerita, te daré más tiempo para comentar de este poema. Va a ser interesante para ambos.
Lo de las cursivas es porque es como si fuera otra voz, como si fuera escrito a dos voces. La que apostrofa y la que contesta, la angustiada y la inexorablemente fatal. No sé si me dé a entender.
Dos temas: la búsqueda de la unidad ("otredad"; aquí la llamé unidad), del encuentro con sí mismo, y lo cenagoso que es el mundo cuando tenemos que incorporarnos a él, y en consecuencia, el absurdo de la vida mundana.
Las dos estrofas inquietantes refieren el ritual de cada noche; cada intento frustado de
"atar la voz al rito redentor", lo cual no es más que la "búsqueda de sí mismo (Octavio ya será omnipresente)", la "conformación del espejo prenatal."
Sinceramente "quiero mucho" a estos versos, porque, de acuerdo a mi nivel, hice un resumen, un recuento, de todo. Es una excelente noticia que al fin nos hemos incorporado al "taller inmenso", dice Neruda, que es la poesía, donde todos nos ayudamos. No dejemos de hacer esto. Espero tus nuevos comentarios y cualquier texto que tengas.