Subo este poema por lo impactante que fue a la segunda leída (incluso más que la primera), por la inédita experiencia poética que significó y por sus peculiares características.
SEMILLAS PARA UN HIMNO:
Infrecuentes (pero también inmerecidas)
Instantáneas (pero es verdad que el tiempo no se mide
Hay instantes que estallan y son astros
Otros son un río detenido y unos árboles fijos
Otros son ese mismo río arrasando los mismos árboles)
Infrecuentes
Instantáneas noticias favorables
Dos o tres nubes de cristal de roca
Horas altas como la marea
Estrépito de plumas blancas en el cielo nocturno
Islas en llamas en mitad del Pacífico
Mundos de imágenes suspendidos de un hilo de araña
Y entre todos la muchacha que avanza partiendo en dos las altas aguas
Como el sol la muchacha que se abre paso como la llama que avanza
Como el viento partiendo en dos la cortina de nubes
Bello velero femenino
Bello relámpago partiendo en dos al tiempo
Tus hombros tienen la marca de los dientes del amor
La noche polar arde
Infrecuentes
Instantáneas noticias del mundo
(Cuando el mundo entreabre sus puertas y el ángel cabecea a la entrada del jardín)
Nunca merecidas
(Todo se nos da por añadidura
En una tierra condenada a repetirse sin tregua
Todos somos indignos
Hasta los muertos enrojecen
Hasta los ciegos deletrean la escritura del látigo
Racimos de mendigos cuelgan de las ciudades
Casas de ira torres de frente obtusa)
Infrecuentes
Instantáneas
No llegan siempre en forma de palabras
Brota una espiga de unos labios
Una forma veloz abre las alas
Imprevistas
Instantáneas
Como en la infancia cuando decíamos «ahí viene un barco cargado de...»
Y brotaba instantánea imprevista la palabra convocada
Pez
Álamo
Colibrí
Y así ahora de mi frente zarpa un barco cargado de iniciales
Ávidas de encarnar en imágenes
Instantáneas
Imprevistas cifras del mundo
La luz se abre en las diáfanas terrazas del mediodía
Se interna en el bosque como una sonámbula
Penetra en el cuerpo dormido del agua
Por un instante están los nombres habitados.
Ahora otro, no tan denso, que con el nombre lo dice todo:
MEDIANOCHE:Es el secreto mediodía,
sólo vibrante oscuridad de entraña,
plenitud silenciosa de lo vivo.
Del alma, ruina y sombra,
vértigo de cenizas y vacío,
brota un esbelto fuego,
una delgada música,
una columna de silencio puro,
un asombrado río
que se levanta de su lecho
y fluye, entre los aires, hacia el cielo.
Canta, desde su sombra
-y más, desde su nada-el alma.
Desnudo de su nombre canta el ser,
en el hechizo de existir suspenso,
de su propio cantar enamorado.
Y no es la boca amarga,
ni el alma, ensimismada en su espejismo,
ni el corazón, oscura catarata,
lo que sostiene al canto
cantando en el silencio deslumbrado.
A sí mismo se encanta
y sobre sí descansa
y en sí mismo se vierte y se derrama
y sobre sí se eleva
hacia otro canto que no oímos,
música de la música,
silencio y plenitud,
roca y marea,
dormida intensidad
en donde sueñan formas y sonidos.
Es el secreto mediodía.
El alma canta, cara al cielo,
y sueña en otro canto,
sólo vibrante luz.
Plenitud silenciosa de lo vivo.
Tengo que aclarar que, al ser poemas algo largos, se me hace necesario copiarlos del sitio que mejor me convenga. Ninguno con quisiera: la disposición gráfica de los versos de "Semillas para un himno", determina mucho de esa gran experiencia poética. Se nos presentan torrenciales, asfixiantes... placenteramente asfixiantes... El leerlos de esa forma tan rígidamente lineal, quitará mucho.
ResponderEliminarCon "Medianoche", te dejo la mesa puesta para que maldigas a don Octavio.
Me he despistado, pero me los llevo a Primero de Mayo, vuelvo y comento.
ResponderEliminarPor cierto, poemas en lista de espera:
ResponderEliminar"Amor América" de Pablo Neruda.
"Discurso de Estocolmo", del mismo.
Voy a comenzar con un apunte: ahora sí no te entendí ni la mitad de lo que querías decir en tu comentario, jeje, pero bueno, ahí va el mío.
ResponderEliminarEn definitiva me quedo con Semillas para un himno. Entre todo lo que puede implicar este pedazo de poema, quiero ser conciso al resaltar los fragmentos que han cobrado suma significación en mi propia experiencia:
"Infrecuentes (pero también inmerecidas)"
Esto es revelador y verdadero a lo brutal...
"Hay instantes que estallan y son astros
Otros son un río detenido y unos árboles fijos
Otros son ese mismo río arrasando los mismos árboles)"
Aquí casi se puede precindir de lo simbólico, y con la pura figuración (visualización) sustantiva, se crea una razón sustancial. Pero esto es lo que me reservo:
"Infrecuentes
Instantáneas noticias favorables
Dos o tres nubes de cristal de roca
Horas altas como la marea
Estrépito de plumas blancas en el cielo nocturno
Islas en llamas en mitad del Pacífico"
Así de fácil lo hace ver Octavio Paz. Siento que está de más referir el sentido que adquieren en mí estos versos; o bien, enunciar esta idea, desprovista de la retórica con que fue concebida, sería casi insultante. Voy a resumirlo todo en: "Instantáneas noticias favorables". Soberbio el hombre.
Y esta otra parte que también me hizo asentir y esbozar una sonrisa que reflejaba entre complicidad y envidia:
"Nunca merecidas
(Todo se nos da por añadidura
En una tierra condenada a repetirse sin tregua
Todos somos indignos
Hasta los muertos enrojecen
Hasta los ciegos deletrean la escritura del látigo
Racimos de mendigos cuelgan de las ciudades
Casas de ira torres de frente obtusa)"
La última parte no quedó ajena a mí, mantiene al filo del renglón; da ilusión de simpleza y tiene toda la complejidad... Quedo perplejo en: "Por un instante están los nombres habitados". Sonrió además, porque tras esto...
"Infrecuentes
Instantáneas
No llegan siempre en forma de palabras
(...)
Ávidas de encarnar en imágenes
Imprevistas cifras del mundo
(...)
Se interna en el bosque como una sonámbula
Penetra en el cuerpo dormido del agua"
...Viene dicho verso a hacernos pensar, "eso es, ni más ni menos".
Ahora bien, digo que en definitiva me quedo con Semillas para un himno, porque lo encontré más revelador que el que le sigue, pero Medianoche, aun sin abordar un asunto inédito, es de lo mejor que he leído al respecto. Y pues, efectivamente, sólo me resta maldecir a Octavio y trascribir lo rigurosamente elemental, que todo el poema es para destacar:
Es el secreto mediodía,
plenitud silenciosa de lo vivo.
brota un esbelto fuego,
una delgada música,
una columna de silencio puro,
un asombrado río
que se levanta de su lecho
y fluye, entre los aires, hacia el cielo.
de su propio cantar enamorado.
A sí mismo se encanta
y sobre sí descansa
y en sí mismo se vierte y se derrama
y sobre sí se eleva
hacia otro canto que no oímos,
música de la música,
silencio y plenitud,
roca y marea,
dormida intensidad
en donde sueñan formas y sonidos.
Ahí está, tardo pero seguro.
Volveré a comentar de este poema, no sin antes aclarar que me refería a que en el libro que leí los versos están dispuestos de una forma especial, no-lineal. La poesía desde entonces había cambiado tanto (¡quién sabe por dónde ande ahora!), que ya era parte necesaria colocarlos así (¡con decirte que hay uno en el que utiliza colores diferentes!), y eso, por increíble que parezca a simple vista, hace diferente la experiencia de su lectura.
ResponderEliminarEnseguida comento...
Cierto, así de fácil lo hace ver Octavio. Como un discurso común y corriente que brota y fluye naturalmente. Uno no puede más que preguntarse: ¿de dónde sacan eso?
ResponderEliminarAhora, no es un simple discurso; es como una corriente. Ya vimos que prescinde de los signos de puntuación, y sin embargo, eso simplemente desnuda al poema, lo despuebla de razón más todavía; sólo las palabras, ahí, puestas, y dispuestas de una forma especial. Si Octavio Paz insiste mucho con la "otredad", no cabe duda de que su búsqueda fue más tenaz todavía.
Y como él lo dice en El arco y la lira (véase): "a través del trato desnudo con el poema". Hay tratos, encuentros, que son una auténtica experiencia y que te alumbran nuevos caminos totalmente desconocidos. Éste es el caso, uno de los mayores.
Hay partes como esta:
"Y brotaba instantánea imprevista la palabra convocada"
que dejan continuar el vertiginoso viaje, donde las comas terminan siendo innecesarias. De paso señalo este verso como uno de los que no señalaste.
Otras, como esta:
"Y así ahora de mi frente zarpa un barco cargado de iniciales
Ávidas de encarnar en imágenes
Instantáneas
Imprevistas cifras del mundo"
Hasta me da como ansiedad de hacer ver esto. Si se quiere ver así, todo está entremezclado. La unidad del verso se diluye aquí. El adjetivo del segundo verso podría figurar en el primero, o el del tercero en el segundo, y así bien podría todo estar dentro de un todo. No cabe duda de que cada de que, así como cada poema es en sí una unidad "autosuficiente", cada encuentro con él lo es en también; por eso resaltaba al principio que la segunda leída fue más intensa para mí.
Mladigamos al unísono a nuestro poeta.