domingo, 17 de abril de 2011

Poema conmemorativo: "Amor América".

Antes de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales,
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.

El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban escritas.

Nadie pudo
recordarlas después: el viento
las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.

No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayó una gota roja en la espesura
y se apagó una lámpara de tierra.

Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
de la sombría paz venezolana,
te busqué, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobre
o tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.

Yo, incásico del legamo,
toqué la piedra y dije:
¿Quién me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.

Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.

3 comentarios:

  1. ¿Qué le parece don Pablito? Lo hizo otra vez, lo hizo mil veces. Su ambición poetizadora abarcaba todo; aspiraba a la universalidad. Si alguien estuvo cerca de eso, de abrazar con la poesía cuanto lo rodeaba, ése fue Pablo Neruda. Por eso escribió el Canto general: buscaba ahora cantarle a la historia de su continente completo, y lo hizo (incluido, claro, México). Ahora la perspectiva de lectura de la obra completa cambia muchísimo.

    Lo llamo "conmemorativo" porque el aniversario me parece un perfecto pretexto para elegir un poema y una letra cada uno, y subirlos. Piensa, elige ambas cosas, y súbelas. Yo subo este por el tema, pues estoy seguro de que te es interesante; además estás presenciando una más de las facetas de Pablo Neruda que, supongo, no conocías.

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  2. Aciertas al suponer que el asunto del poema me resulte interesante, muy, muy interesante; aunque no termino por definir si me resulta más inquietante aun, la manera tan magistral de suceder esa retahíla de figuras, yo diría, tan drásticas, tan fuertes, tan acentuadas.

    Las dos primeras estrofas son bien "aprehensibles", desde luego que me reservo la segunda, digamos que es mi estro:

    Los primeros cuatro versos son harto impactantes y estéticamente depurados.

    "El hombre tierra fue, vasija, párpado
    del barro trémulo, forma de la arcilla,
    fue cántaro caribe, piedra chibcha,
    copa imperial o sílice araucana."

    Los tres restantes guardan la sustancia de nuestra verdad ancestral.

    "Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
    de su arma de cristal humedecido,
    las iniciales de la tierra estaban escritas."

    Lo que sigue ¡por Xipe Tótec!, es algo que yo con sacrílegas letras he dicho en mi humilde Tloque nahuaque:

    "Nadie pudo
    recordarlas después: el viento
    las olvidó, el idioma del agua
    fue enterrado, las claves se perdieron
    o se inundaron de silencio o sangre."

    Las simas de la estrofa van a ser: "el viento"; "el idioma del agua"; "silencio o sangre".

    Lo siguiente que quiero resaltar son estos versos:

    "te busqué, padre mío,
    joven guerrero de tiniebla y cobre
    o tú, planta nupcial, cabellera indomable,
    madre caimán, metálica paloma."

    Eso está tatuado ya en mi mente...

    "madre caimán, metálica paloma"

    Avanzamos:

    "toqué la piedra y dije:
    ¿Quién me espera? Y apreté la mano..."

    "Pero anduve entre flores zapotecas
    y dulce era la luz como un venado,
    y era la sombra como un párpado verde."

    ¿Es por la extensión de la propuesta primigenia, o por el todo estético que aquí se reacciona? No sé, pero estos versos también descuellan, y son dignos de una gigantesca loa a aquesta "piedra" que nos conforma.

    Por último, un cierre poco menos épico, de hecho muy lírico, que viene a rematar con nueva enunciación impactante.

    "hasta la más delgada
    palabra aún no nacida de mi boca."

    Pues sí, un canto universal sustancialmente épico. Y lo que más atrae mi antención: ser no más sino una convaleciente endecha ancestral.

    Me pongo de pie y aplaudo a Neruda.

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  3. Lineal fino y llano, y tal como él mismo dice: "Desde la paz del búfalo/hasta las azotadas arenas/ de la tierra final". Así de arrasador es su canto. ¿Qué va a pasar cuando leamos el Canto general?

    Si alguien creía que Pablo Neruda carecía de erudición, aquí obtiene su mentís. Por mi parte, sólo le diré que no se valía de ella y su poesía es de lo más pura.

    Más adelante subiré una de las Odas elementales y el discurso de Estocolmo, pero antes, te dejo el espacio libre.

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